martes, 25 de noviembre de 2008

ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA


ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA



El interior de la Tierra es prácticamente inaccesible de forma directa, por lo que para estudiarla se han utilizado métodos indirectos, por ejemplo la sismología. Las ondas producidas durante los temblores, no se propagan a la misma velocidad y de la misma en todos los medios. Así, pues, las discontinuidades de propagación que aparecen en los sismogramas, evidencian el paso de un medio a otro de composición o naturaleza física diferentes. Cuando se produce un terremoto, se propagan dos tipos de ondas elásticas: las ondas longitudinales, o primarias, las ondas P, y las ondas transversales, o de corte, las ondas S. Hay una tercera categoría de ondas sísmicas que se propagan a lo largo de la superficie del globo: las ondas R y L. La interpretación detallada de los sismogramas permite identificar las oleadas de los distintos tipos de ondas y reconstruir las trayectorias mas o menos complejas seguidas por dichas ondas a partir del foco del sismo. De ello pueden deducirse las propiedades elásticas de las capas internas atravesadas, y, en particular la velocidad de propagación de las ondas.


La Tierra puede representarse como una serie de capas superpuestas en torno a un núcleo, la capa externa es una corteza o costra rígida compuesta principalmente por oxígeno y silicio y está segmentada en una serie de placas. Esta capa tiene un espesor medio de 30 km sobre las áreas continentales, y es mucho mas delgada (solo unos 10 km) en las zonas situadas bajo los océanos. La corteza se compone principalmente de rocas ígneas, de densidad media de unos 3 kg/dm3, un 40% inferior a la del manto, la capa situada debajo de ella.


Como ya se mencionó los estudios sismológicos nos revelan la existencia de un límite entre la corteza y el manto, conocida como discontinuidad de Mohorovicic. Por debajo de ella, la densidad sube uniformemente a unos 5 kg/dm3. La región que comprende el manto ( desde la corteza hasta 2890 km) es probable que este constituida por óxidos en la parte mas profunda o base, y por silicatos, especialmente de hierro, magnesio y calcio, en la parte superior.


El manto superior está compuesto por una roca que forma parte de la familia de las peridotitas. En profundidades comprendidas entre 150 y 200 km, la temperatura del manto situado bajo los océanos es entre 300 y 500°C superior a la del manto situado bajo los continentes. Esta diferencia de temperatura debería de traducirse en una densidad mayor de las sustancias situadas bajo los continentes, sin embargo, no se observa este fenómeno, lo que se traduce en un empobrecimiento de ciertos compuestos basálticos de las rocas del manto situado bajo los continientes, lo que sugiere que la composición del manto no es homogénea. El manto superior es plástico, mientras que el manto inferior es sólido.


El manto termina de pronto en la discontinuidad de Gutenberg, a 2900 km de profundidad. La densidad aumenta súbitamente a 10 kg/dm3, señalando así el comienzo del núcleo exterior del planeta. Los datos sismológicos indican que se compone de un líquido muy denso, constituido en su mayor parte por hierro y níquel, con una pequeña cantidad de elementos ligeros como azufre, potasio, cobre y oxígeno. El núcleo interno tendría un radio de 1,220 km; y, a diferencia del exterior, es probablemente sólido.

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